Calidez y acogida. En el equipo de Awasan somos muy conscientes de que no trabajamos con cuerpos sino con personas. Por este motivo prestamos una gran atención a la singularidad de cada una, entendiendo que el bienestar empieza por una buena acogida, un ambiente cálido y un trato cercano.
Calidad en el servicio. Las actividades de nuestro centro deportivo están dirigidas por profesionales especializados (fisioterapeutas, especialistas en educación física y en natación) con una experiencia muy amplia que llevan a cabo un trabajo diseñado en función de los objetivos de cada programa. Todos ellos dedican un tiempo semanal a informar al usuario o la usuaria (o a sus padres) sobre su evolución y atender sus inquietudes.
Formación continua. Los monitores y profesores de Awasan están en constante formación. Por un lado se reúnen varias veces durante el curso para analizar el funcionamiento de las actividades, y por otro asisten a sesiones de formación semanales organizadas por nuestros propios expertos. Además es política del centro fomentar y facilitar la asistencia a cursos externos, algo que se ha convertido en requisito indispensable para formar parte de Awasan.
Trato personalizado. Trabajamos para atender las necesidades de cada usuario y usuaria, tanto a través de nuestras instalaciones como de nuestras actividades. En cada programa determinamos el número de usuarios idóneo para poder proporcionar una atención personalizada; para que cada persona sienta permanentemente la presencia cercana, el acompañamiento y la confianza del profesor o la profesora.
Calidad en las instalaciones. Contamos con piscinas especializadas para las distintas actividades, y velamos para que todo el recinto resulte bello y confortable. Además cuidamos especialmente las condiciones higiénicas del agua con tres sistemas complementarios de depuración y desinfección. Junto a la radiación con rayos UVA y la inyección de OZONO, que se consideran los sistemas más eficaces de desinfección, usamos la hidrólisis salina ya que reduce sustancialmente la presencia de cloraminas en el agua, una sustancia que afecta especialmente a los más pequeños.