Todos tenemos la experiencia satisfactoria de bañar a nuestros niños en la bañera. Conocemos su disfrute en el agua, sus risas, la relación afectiva tan especial que se establece entre padres e hijos en el momento del baño.
Concebimos nuestra escuela de natación para bebés como un tránsito desde la bañera familiar (en casa) a la bañera social (en la piscina).
Nuestro principio fundamental es que los padres se introduzcan en el agua con los niños, de forma que nuestra pequeña piscina se convierta en espacio familiar donde el componente afectivo y la atmósfera tranquilizadora van a permitir una experiencia emocional y psicomotriz muy enriquecedora.
La confianza que la presencia de los padres proporciona al niño o la niña permitirá que éste se encuentre seguro para desarrollar todas las acciones y afrontar los nuevos retos que el padre o la madre, guiado por el profesor, le sugiera; esto aumentará su autoestima a la vez que se establecen relaciones emocionales mutuas muy intensas.
El niño disfruta de la presencia de los padres y les pide interacción y juego. Con la ayuda del material específico el niño o la niña irá adquiriendo nuevas capacidades sensomotrices cuyo desarrollo es más lento fuera del agua.
La filosofía educativa de nuestra escuela de natación para bebés »