En esta etapa de creciente riqueza y autonomía del niño o la niña, le procuramos la mayor cantidad posible de experiencias enfocadas al desarrollo de la motricidad acuático-terrestre. Todo ello atendiendo el aspecto emocional y relacional de su crecimiento.
Algunos elementos representativos de esta etapa son el desarrollo de desplazamientos boca arriba y boca abajo, la permanencia en posiciones laterales, los desplazamientos subacuáticos y los giros, tanto en el eje longitudinal (la nutria, el tornillo,…) como en el transversal (voltereta adelante y atrás) y combinaciones de ambos.
La filosofía educativa de nuestra escuela de natación para niños »